Todo el mundo, en el algún momento de su vida, se ha sentido apático, triste o melancólico, sin ganas de hacer nada. Sin embargo, cuando estos sentimientos son más severos y prolongados y nos impiden desarrollar nuestra vida cotidiana (trabajar, estudiar, comer, dormir, relacionarnos con los demás, etc.) es cuando hablamos de una depresión propiamente dicha.
La depresión la podemos encuadrar dentro de los llamados trastornos afectivos o de estado de ánimo, junto con la distimia y el trastorno ciclotímico (o maniaco depresivo, o bipolar). Generalmente, afecta mucho más a mujeres (5-9%) que a hombres (1-3%). Es un trastorno relativamente frecuente pero bastante grave, ya que presenta una tasa de mortalidad por suicidio del 15%. Se puede encontrar asociada a otro tipo de problemas psicológicos (anorexia, la bulimia, la ansiedad, etc.)
- Depresión Mayor: Es necesario presentar un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, tal y como nos indica el propio paciente. En niños y adolescentes el estado de ánimo predominante será irritable. También es necesario presentar al menos cuatro de los síntomas siguientes:
- Perdida de peso o aumento importante de peso, sin realizar dieta para ello.
- Insomnio o hipersomnia (dormir todo el día).
- Agitación o enlentecimiento psicomotor.
- Falta de energía durante todo el día o fatiga.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos e injustificados.
- Ideas de suicidio (autolíticas) recurrentes.
- Distimia: Los síntomas son menos severos que en la depresión mayor. No llegan a impedir que las personas desarrollen sus actividades cotidianas. Pero está presente el estado de ánimo depresivo la mayor parte del tiempo. También puede ser recurrente como la depresión, apareciendo en varios momentos a lo largo de la vida.
- Trastorno ciclotímico (o maniaco depresivo): Se caracteriza por la alternancia entre momentos maniacos y momentos depresivos.
Diferentes tratamientos para la depresión.
La forma más adecuada de tratar la depresión es aunando tanto los recursos farmacológicos como los psicológicos. El tratamiento farmacológico va encaminado a paliar determinados desequilibrios de sustancias químicas del cerebro, concretamente actúan sobre los niveles de serotonina, y tarda entre tres y seis semanas en tener efectos sobre el estado de ánimo.
Dentro del tratamiento psicológico, la terapia que esta consiguiendo mayores éxitos en el tratamiento de la depresión es la terapia cognitivo-conductual. Va encaminada a intervenir tanto a nivel cognitivo, como conductual y emocional, intenta que el paciente retome su actividad cotidiana e intenta dotarle de nuevas estructuras de pensamiento e ideas que le ayuden a superar dicha depresión, así como darle estrategias adecuadas para prevenir las posibles recaídas.
Si tienes un familiar con depresión no dudes en buscar ayuda cuando antes. No le agobies con preguntas constantes sobre su estado de ánimo. Anímale para que vaya realizando de forma progresiva las actividades que antes hacia, poco a poco. Ante todo ten mucha paciencia. Conseguir superar la depresión es un proceso largo, lleno de altos y bajos, duro para las personas que padece la depresión así como para todo su entorno. Llegar a satisfacer a un depresivo es una tarea muy difícil. Si le prestas excesiva atención le agobiaras, y si no se la prestas pensara que no es importante para ti.