La Dispaurenia. Cuando el coito se vuelve doloroso. Coitalgia.

Miedo al coito.

La dispaurenia o dolor en el coito (coitalgia) es un problema sexual que afecta tanto a las mujeres como a los hombres, aunque es muchísimo más frecuente en las mujeres. El dolor puede ser descrito como agudo, un picazón, un escozor,  un golpe, etc, hay tantas descripciones como circunstancias en las que se produce la dispaurenia. Existen diferentes lugares donde aparece el dolor  y también aparece en  diferentes  fases de la relación sexual.

Las dispaurenia en los hombres se  produce en dos momentos diferentes:

  1. En el momento de la erección en la que duele el propio pene, las causas más probables son la enfermedad de Peyronie (debajo de la piel del pene crece un tejido cicatricial que hace que el pene se curve hacia el lugar donde aparece este tejido) o la fimosis (estrechamiento del prepucio).
  2. En el momento de la eyaculación, puede ser producido por una infección en la uretra (uretritis), una infección urinaria, una infección en el mismo esperma (clamidia), o incluso una prostatis crónica.

En la dispaurenia de las mujeres, también podemos distinguir dos zonas diferentes donde aparece el dolor:

1.En la entrada de la vagina:dispaurenia

  • Una pobre lubrificación  que produce dolor durante la penetración. Esta pobre lubrificación,  generalmente se debe a unos juegos previos escasos, que hacen que la mujer no esté lo suficientemente excitada como para lubrificar lo necesario para conseguir un coito sin dolor. Es diferente después de la menopausia, ya que se produce una disminución de los niveles de lubrificación pero debido a la bajada de los estrógenos.
  • Problemas con la episiotomía, o problemas como irritación vaginal o infección urinaria u otro tipo de alteraciones físicas.
  • El Vaginismo (imposibilidad de realizar el coito). El vaginismo puede llegar a provocar dispaurenia, y la dispaurenia puede llegar a provocar vaginismo.

2. Durante la denominada penetración profunda:

  • Enfermedades como la endometriosis, enfermedades inflamatorias pélvicas, prolapso uterino, el útero en retroversión, fibromas uterinos, cistitis, síndrome de intestino irritable, hemorroides, etc.
  • Determinadas cirugías cuyas cicatrices afectan a la zona pélvica (histerectomía) y determinados tratamiento como la radioterapia y la quimioterapia.

Existen otro tipo de clasificaciones para la dispaurenia como la diferencia entre la dispaurenia primaria (cuando aparece en la primera relación y se mantiene en el tiempo) y la dispaurenia secundaria (cuando aparece después de esa primera relación), también hay dispaurenia situacional (sólo en determinadas situaciones) y dispaurenia selectiva (sólo con determinadas parejas).

Como podéis imaginar por  lo dicho anteriormente, las causas principales de la dispaurenia son físicas. Pero existe un porcentaje, nada desdeñable, de dispaurenia por causas psicológicas, sobre todo en las mujeres. Las causas psicológicas pueden ser diversas, desde una inadecuada educación sexual, miedo a que el pene de nuestra pareja nos haga daño, a las enfermedades de trasmisión sexual, o incluso a no estar a la altura en la relación sexual. Una persona que durante un determinado periodo de tiempo ha mantenido relaciones sexuales con dolor, desarrolla un miedo intenso a que esto se vuelva a producir, anticipa que va haber dolor en la penetración dejando de disfrutar del sexo, las relaciones sexuales se convierten en un castigo que sólo realizan para cumplir con su pareja llegando a evitar tener estas relaciones, en numerosos casos desarrollando inhibición del deseoaversión al sexo.

La terapia sexual de la dispurenia,  se inicia con un entrenamiento en relajación de los músculos de la entrada de la vagina. Pero no sólo hemos de abordar este problema durante la terapia sexual, quizás lo más importante de este terapia sea ayudar a los pacientes a superar aquellas respuestas emocionales negativas que han desarrollado con respecto a la penetración, es decir, enseñarlas a perder el miedo al coito, a volver a disfrutar de las relaciones sexuales sin que aparezca este miedo a la penetración.

No hay que desestimar la importancia de la terapia sexual en las dispaurenias con causas físicas que se hayan solucionado medicamente, ya que en determinados pacientes va a seguir persistiendo el miedo al coito, el miedo al dolor que puede producirse durante la penetración, y es aquí donde puede servir de gran ayuda dicha terapia.

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